El Govern de Illa prioriza la Hacienda catalana y lanza un comisionado y consejo asesor

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El Gobierno catalán ha tomado una medida crucial en su plan para establecer su propia Hacienda, al presentar la formación de un comisionado especializado y un consejo consultivo que definirán las directrices para la implementación de esta entidad. Esta propuesta pretende reforzar las competencias fiscales de la administración autonómica y avanzar hacia un modelo con más autonomía en la gestión de los recursos públicos.

La resolución se produce en un instante político crucial, con la meta de fortalecer una estructura fiscal que permita a la Generalitat aumentar su capacidad de recaudación, mejorar el manejo de los impuestos transferidos por el Estado y optimizar los sistemas de financiación interna. El cargo del comisionado tendrá un rango similar al de un secretario general y reportará directamente al presidente del Govern, lo que enfatiza la naturaleza estratégica de este plan en la actualidad del gobierno.

El comité consultivo estará conformado por especialistas en leyes tributarias, finanzas públicas, economía y gestión, procedentes tanto del entorno académico como institucional. Su objetivo será desarrollar sugerencias técnicas para la implementación gradual de la Hacienda de Cataluña y analizar los modelos presentes en otras comunidades autónomas y regiones de Europa con capacidades fiscales avanzadas.

Desde el Govern se ha insistido en que el objetivo no es la creación de una agencia paralela o excluyente, sino el desarrollo de un sistema que complemente las competencias actuales de la administración catalana en materia fiscal. El proyecto se enmarca dentro de los márgenes establecidos por el Estatut d’Autonomia y por el sistema de financiación autonómica vigente, aunque también aspira a ampliar esos márgenes mediante reformas normativas o acuerdos con el Estado.

La puesta en marcha de este plan contempla distintas fases. En un primer momento, se trabajará en la mejora de los sistemas de información tributaria, la digitalización de procesos y la interoperabilidad con otras administraciones. Posteriormente, se avanzará en la ampliación de la base de gestión de tributos propios y cedidos, con especial énfasis en los impuestos medioambientales, sobre patrimonio y sucesiones, así como en el control de determinadas tasas.

Uno de los objetivos centrales será reducir la dependencia financiera de transferencias estatales y tener mayor capacidad de planificación presupuestaria. Esto permitiría, según el planteamiento del Govern, diseñar políticas públicas más ajustadas a las realidades socioeconómicas de Cataluña, especialmente en áreas sensibles como la sanidad, la educación y la transición energética.

El comunicado ha suscitado opiniones variadas en el entorno político. Algunos grupos que favorecen una mayor autonomía fiscal han recibido favorablemente esta iniciativa, mientras que otros han mostrado prudencia, señalando que podría ocasionar redundancias administrativas o conflictos con la Agencia Tributaria del estado. Desde el gobierno, se ha respaldado el proyecto como una reacción técnica y válida a las solicitudes históricas por una distribución financiera más equitativa.

La Generalitat dispone desde hace varios años de la Agència Tributària de Catalunya, que administra ciertos impuestos propios y transferidos. No obstante, el reciente empuje busca proporcionar a la administración nuevas herramientas para asumir funciones más extensas, abarcando desde la inspección y recaudación hasta la creación de nuevas figuras impositivas dentro de la legislación actual.

Los meses venideros serán fundamentales para determinar el alcance y planificar el desarrollo de la Hacienda catalana. Se espera que el comisionado entregue un informe inicial antes de que termine el año, que contenga una propuesta de implementación abarcando aspectos organizativos, legales y financieros. Al mismo tiempo, el consejo asesor comenzará una serie de consultas con diversos sectores sociales y económicos para recopilar contribuciones y recomendaciones.

Con esta iniciativa, el Govern busca consolidar una estructura fiscal propia que no solo refuerce la autonomía financiera de Cataluña, sino que también contribuya a mejorar la eficiencia y equidad del sistema tributario en el ámbito regional.

Por Azanías Pelayo

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